yo claramente soy más de dulce que de salado, de verano que de invierno, diurna que nocturna, de playa que de montaña; prefiero un concierto al aire libre que una discoteca a todo volumen; disfruto más con el desayuno que con la comida; me gusta más el vino blanco que el tinto.
y en las vacaciones soy igual, también tengo mis preferencias bastante marcadas. me gusta mucho el turismo de ciudad: perderme por callejuelas, descubrir rincones escondidos, sorprenderme con una bonita exposición, asombrarme con la arquitectura de un país, parar a repostar fuerzas en una cafetería pequeña y coqueta… y, siempre que hemos optado por hacer ruta, han sido destinos de costa y playa: Cerdeña, Ibiza, Formentera… pero, a veces, uno mismo se sale de sus esquemas por propia iniciativa y apetece hacer cosas diferentes. esto es lo que nos ha pasado esta vez: planeando nuestras vacaciones con Rícard, cuando ya teníamos claro que íbamos a la Toscana y estábamos mirando la ruta, decidimos que cambiábamos de destino y que nos íbamos a Irlanda. eso es: renunciábamos a viñedos, visitar preciosas ciudades como Siena, Florencia…, y atardeceres tranquilos con una copa de vino en la mano, por unas chirucas, mucha lluvia y, espero, unos paisajes verdes que quiten el hipo.
lo curioso, para mí, del proceso de decisión ha sido darme cuenta de cómo internamente tenía muy claro que me apetecía verde, andar, naturaleza, respirar mucho aire fresco, alejarme de muchedumbres y estar conmigo misma (y con Rícard, claro) y, sin embargo, seguía dando todos los pasos para irnos a la Toscana; porque era un viaje que teníamos pendiente desde hacía mucho tiempo, porque la época del año para visitarla era perfecta, porque tenemos unos amigos viviendo en Italia y podíamos pasar a verlos, porque este tipo de vacaciones no van conmigo… la «casualidad» quiso que a Rícard le pasara exactamente lo mismo y un sábado por la mañana en que los 2 estábamos decidiendo en qué ciudades íbamos a dormir, de repente, dijimos: no, no, no, a la Toscana, no 🙂
creo que es importante tener unas preferencias por las que solemos funcionar, pero más importante me parece escucharse internamente y respetar lo que tu intuición o cuerpo te están pidiendo, abrir la mente a nuevas aventuras y «abrazar» lo desconocido con los ojos y el corazón bien dispuestos.
así que sí, este domingo nos vamos 11 días de ruta por la isla; aunque no vamos a poder verla entera y la preparación del viaje ha sido un poco deprisa y corriendo, tenemos reservados 5 B&B diferentes y recorreremos toda la mitad sud y un poquito del norte.
he decidido que, aunque yo no esté, el blog seguirá su ritmo habitual, con publicaciones los martes y viernes; no me apetecía hacer otro parón después de 1mes de descanso. así que, aunque tengo la intención de estar muy presente en mi presente y disfrutar al máximo los colores, sabores, olores y texturas de Irlanda, por las noches haré pequeñas conexiones con el mundo real 🙂
si has estado en la isla y tienes alguna recomendación estrella, estaré encantada de leerla. nuestros campamentos base estarán en Galway, Killarney, Cork, Kilkenny y Dublín así que todo lo que quede más o menos cerquita es bienvenido.
a ti también te ha pasado alguna vez esto de romper tus propios esquemas? sueles seguir más a la razón o a la intuición?
disfruta de un bonito fin de semana! ***
Anna * www.liluandme.com
No conozco Irlanda, así que en ese aspecto no puedo ayudarte, pero entre tú y la otra Anna de Capuccino in the twenties, que justamente hoy ha hablado de Dublín, me estáis dando muchas ganas de ir para allá jajaja.
Besos y que tengáis muy buen viaje. :)
Gaudiu d'Irlanda!! Al següent viatge de camping eh! Jajaja
Disfruta muchísimo de ese viaje que la Toscana puede esperar ;-) Aprovecha cada momento.